lunes, 17 de noviembre de 2014

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL PORTAFOLIO ELECTRÓNICO


   En líneas generales, la introducción en las aulas de nuevos instrumentos como es el caso del portafolio electrónico, en el que se puede compaginar el logro de los objetivos educativos con una evaluación compartida del proceso de enseñanza, ya resulta positiva. La particularidad del portafolio radica en poder recoger en un mismo instrumento tanto los materiales de aprendizaje que elaboran los alumnos como sus propias reflexiones referidas a ellos (relativas a errores cometidos, logros y objetivos conseguidos, carencias observadas, etc.) que nos van a ayudar a entender cómo se desarrolló el proceso, a evaluarlos más justamente y a autoevaluarnos a nosotros mismos y a nuestra propia práctica docente.

   El uso de este medio conlleva sin duda más ventajas que inconvenientes. En relación a los alumnos, el aspecto más importante que se puede destacar es que participan más activamente en el proceso de enseñanza acompañando a sus trabajos habituales de clase sus reflexiones sobre dicho proceso: reflexiones sobre las dificultades encontradas, los errores cometidos, los retos de aprendizaje, los objetivos logrados, etc. Tanto la inclusión de materiales propios en el portafolio como la elaboración de las reflexiones de las que hablamos antes fomentan sin duda la autonomía a la hora de aprender y expresarse, que es uno de los objetivos que todo docente debe conseguir con sus alumnos. Es sin duda un instrumento importante no sólo para que el alumno muestre sus competencias, sino para sea consciente en todo momento de las mismas, de qué objetivos consigue y cuáles no. Es importante también el señalar que el alumno puede estructurar perfectamente su proceso de aprendizaje, siendo esto un aspecto muy importante a la hora de relacionar contenidos de distintas unidades o partes de la unidad o incluso con otras materias. El portafolio, en algún momento posterior, puede servir también como una especie de “diario de aprendizajes”, y le resultará gratificante el comprobar cómo fue aprendiendo y superando dificultades. Su difusión a través de un medio como internet puede resultar una ventaja para fomentar en el alumno la síntesis, el cuidado y gusto por la la buena presentación y la argumentación de los materiales presentados con vistas a que tanto compañeros como profesores lo puedan ver. En definitiva, el trabajo bien realizado y reconocido por el profesor favorecerá también la propia autoestima del alumno.

   En relación con el profesorado, los trabajos y reflexiones de los alumnos ayudarán a los docentes conseguir una evaluación más justa al tratarse de una evaluación compartida alumno-profesor en la que los alumnos, previamente, incluyeron autoevaluaciones de su propio aprendizaje. Por otro lado, el profesor será consciente de un mayor abanico de destrezas que poseen o pueden desarrollar sus alumnos y estos detalles le ayudarán a la hora de la asignación de calificaciones más justas para ellos. Además, podrá constatar también las limitaciones o problemas que puedan tener, posibilitando en tal caso cambios en el proceso que mejoren los rendimientos. En definitiva, aumenta la visión que el profesor tiene sobre lo que el alumno es capaz de realizar. Finalmente, el profesor se hace una imagen global y no parcial del proceso de enseñanza-aprendizaje de sus alumnos, como ocurre cuando, por ejemplo, se evalúan unidades didácticas por separado.

   Si hablamos de inconvenientes, pienso que el principal radica en la propia formación y motivación del profesorado (escasa en algunos casos en el tema de las nuevas tecnologías) para introducir en el aula elementos como este. Por otro lado, si nos ceñimos expresamente al portafolio, el principal inconveniente a destacar es cómo motivar al alumnado al que se le va a exigir algo fuera de lo habitual que le ocupará mucho tiempo y esfuerzo. Y no sólo motivar, sino también formar, tecnológicamente hablando, para que controle todos los programas para poder elaborarlo. Tiempo y esfuerzo pueden ser los peores enemigos para que el portafolio se convierta en un aglutinar de materiales o reflexiones, un corta-pega sin estructura ni lógica alguna precisamente por satisfacer al profesor y no por entender la verdadera naturaleza del instrumento. El elemento principal del portafolio radica, según mi opinión, en las reflexiones que el propio alumno hace sobre las diferentes etapas de su aprendizaje y, bajo esta óptica, está poco acostumbrado a redactar y expresar opiniones. Este es un aspecto que habría que pulir y orientar convenientemente para que no fueran párrafos sin sentido en el que realmente no tomaran importancia las propias reflexiones y argumentaciones. Hay que animar al alumnado a que sea objetivos a la hora de realizar las autoevaluaciones y esto puede ser difícil, ya que encontrar puntos de encuentro entre lo que el alumno y el profesor creen que el primero ha aprendido puede resultar a veces complicado. Otro inconveniente puede ser la conexión a internet de la que no disponen muchos hogares, aunque habría que encontrar salidas para que esto no fuera motivo para no llevarlo a cabo.

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